Y si seguimos con el tema de la rabia y el "des"control de la ira, me atrevería a decir que va de mal en peor.
No es que salga de sopetón sin posibilidad alguna de represión, sino que se desata sin control en la mente, traduciéndose con esplendor en el estómago y colón.
Los odio a todos... a todos ellos aClanados, Comunes (de comunión) y quizá hasta Coludidos.
Gggrrrrr
"Beside, the hate leads to distrust", es mi derecho.
Bajo este escenario, se aproxima el día "M" y sólo existen dos escenarios posibles:
1º Beber hasta la cuasi-inconciencia; con el fin de amagar el dolor y las risotadas colectivas enagenadoras, pero con el riesgo de hablar más de la cuenta.
2º La deserción voluntaria a todo tipo de relación social con el rostro más cínico del mundo; digna y soberbia.
Veremos. Al final, yo ya siento ésto.
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